¡Y en un abrir y cerrar de ojos, ya esta por terminar el año!
No se si les pasa, pero una vez que comienzan los festejos de septiembre en México, el año se termina en un suspiro.
Empezamos con los preparativos para las fiestas patrias, pozole, pambazos, tostadas, buñuelos, café de olla y un buen mezcal…
Pasando estas fiestas apenas nos dan un respiro para comenzar a preparar los altares de muero, conseguir las hermosas y coloridas flores de cempasúchil, el papel picado, calaveritas de azúcar y preparar los platillos que mas les gustaba a nuestros seres que ya están en el mas allá y ese día les alumbramos con velas y deliciosos olores para que regresen a disfrutar de lo que con tanto amor lo preparamos.
Y así llega octubre y no puede faltar en nuestro hogar un delicioso y esperado pan de muerto acompañado con un cafecito o bien un buen chocolate espeso.
Se llena de olores las casas con las preparaciones de moles que embriaga al paladar mas exigente, negro, colorado, amarillito, verde del color que mas te guste y para todos los gustos.
Y que tal una dulce calabaza en tacha aromatizada con canela, clavo de olor, rodajas de naranja y el dulce piloncillo que le da el dulzor y el magnifico sabor a este tradicional postre de temporada.
La magia que se crea en cada panteón, en cada familia y la esperanza de festejar a aquellos que en vida ya no están pero siempre vivos en nuestros corazones.